5.2.09

En Terapia: reto de guionista

El Dr. Paul Weston coloca por tercera vez los cojines del sofá y mira su reloj con impaciencia. Escrito entra en la consulta por la puerta del jardín.

- Hola, Dr., disculpe mi retraso. Es que esto está a un huevo de distancia del centro, está mal comunicado y no tengo coche, ¿sabe? Soy guionista.

El Dr. sonríe levemente y hace un gesto señalando el sofá. Los dos toman asiento.

- ¿Qué ha querido decir, que no tiene coche porque es guionista?

- Sí, eso mismo.


El Dr. mira a Escrito fijamente durante un rato.

- ¿No hay guionistas que conduzcan?

Escrito piensa un segundo y tuerce el gesto.

- Coches de choque en las fiestas del pueblo, quizá.

- Perdóneme. No le conozco de nada y quizás me falle la intuición, pero ¿no le parece que se pone límites a sí mismo por el hecho de ser guionista?

- Mmmm... No.

- ¿Acaso si tuviera coche sería un mal guionista? ¿Es que tiene miedo a no estar a la altura en su profesión?

- La verdad es que tengo miedo a conducir. Y al dentista. Siempre que voy lloro un poco en la sala de espera.

- ¿Ha venido por eso?

- No, he venido para felicitarles.

- ¿Felicitarnos?

- Sí, a los de la serie. Es cojonuda... Quería escribir una carta pero me he dicho "¡qué coño! Voy a pasarme por allí y se lo digo directamente".

- La verdad es que no le entiendo. ¿De qué serie habla?

- Oh... No puede salirse de su personaje, ¿verdad?

- No soy ningún personaje. Soy Paul Weston y ésta es mi consulta. Usted ha venido aquí por algún motivo y estoy intentando averiguar cual.

- El nombre Gabriel Byrne no le dice nada, ¿verdad?




El Dr Weston se encoge de hombros.

- Curioso que me lo pregunte. Casualmente es el único hombre sobre la faz de la tierra con el que accedería a tener relaciones sexuales. Pero no le conozco personalmente.

- Ya. No se preocupe. Yo también soy un personaje. Un personaje de un blog.

El Dr. Weston guarda silencio y mira de reojo el reloj de pared.

- Explíqueme eso de la serie. ¿De qué va?

- Pues, usted es el protagonista. Su personaje es un psicólogo muy bueno...

- (le interrumpe)... es que soy un psicólogo muy bueno.

- Ya. Pues en la serie trata a varios pacientes. Los lunes trata a Laura, una loca que moja bragas con usted. Los martes trata a un militar con delirios de grandeza. Los miércoles a una colegiala suicida. Los jueves viene esa pareja insoportable que no para de pelearse... Y los viernes es usted el que va a una psicoanalista.

- Así que tengo toda la semana ocupada.

- Sí. Es una serie diaria. Eso es lo que más me asombra, que una serie diaria sea tan buena. ¡Y con apenas escenarios! No hay flashbacks fuera de la consulta ni nada de eso. Cada capítulo es como una pequeña obra de teatro en la que usted y su paciente pegan la hebra sin parar.

El Dr. Weston sonríe.

- Suena un poco aburrido.

- ¡No lo es! Porque los guiones son sublimes. Escribir un capítulo de In treatment es todo un reto para cualquier guionista. No todos podrían... Yo, no.

- Mmm... De nuevo parece dudar de su capacidad como guionista.

- Yo no dudo: SÉ que no soy capaz... Por ejemplo, ¿ve lo que acaba de hacer?

- ¿El qué?

- Esto es un diálogo en forma de espiral, como los de la serie. Hemos vuelto sobre el tema de mi incapacidad como guionista, pero avanzando un pasito más, siempre avanzando un pasito más.

- No, no creo que hayamos avanzado. Sigo sin saber por qué está usted aquí.

- Pues por admiración, por envidia... Por cierto, ¿está Rodrigo García? A él también quiero felicitarle.

- ¿Quién es Rodrigo García?

- Es director, productor, guionista...

- ¿Lo hace todo él?

- Bueno, no creo que lo haga él solo, pero mucho sí hace, eso seguro. Además, es hijo de García Márquez, el muy cabrón.

- ¿Qué tal se lleva con su padre?

- ¿Mi padre? ¿De verdad le interesa? Verá, pues mi viejo es una persona peculiar...

El Dr. Weston se pone de pie.

- Cuéntemelo otro día. Ha pasado su hora. ¿A qué nombre pongo la factura?

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