3.2.09

Teatro erótico


Hace unos días miraba por tercera o cuarta vez “Entrevista con un Vampiro” –obra de Anne Rice que recomiendo para aquellos que gustan de la literatura de terror con cierto touch erótico–, cuando recordé una nota que había leído en algún lugar acerca de las representaciones teatrales eróticas –bastante más que eróticas, para decir la verdad–, que se escribían en el siglo XVIII para regocijo de los nobles, entre las que se pueden mencionar “Le Bordel ou le Jeanfoutre puni”, del Conde de Caylus, escrita en 1732 y “Libertine”, la pieza de Francis Pornon –sugestivo el apellido, ¿verdad que sí?


Pues bien, la escena del filme en la cual los protagonistas van a la representación de una obra de ese cariz, reproduce más o menos fielmente una de las diversiones preferidas de los nobles y los miembros de las clases opulentas en los tiempos anteriores a la revolución francesa.


Algunas de esas obras han sido rescatadas y se ha hecho un muy buen estudio en “Théâtre érotique français au XVIIIe siècle”, publicado por Editions Terrain Vague, París, en 1992.



Hace más de diez años, en el Théâtre Monmartre-Galabru, en el 4 rue de l´Armee-d´Orient, en París, se representaba una versión adaptada de la mencionada “Libertine”, que consistía en un unipersonal a cargo de Christine Melcer, que amenizaba a los espectadores con los voluptuosos vestidos de la época, llevándolos con el monólogo a recorrer un viaje por el corazón de la literatura erótica del siglo XVIII, desde Sade a Laclos; Chenier a Diderot, y una gran variedad de autores anónimos que se dedicaron a escribir textos subiditos de tono ya por esa época. Y antes de comenzar la función, se invitaba a todos los espectadores con una copa de champaña, servida por un criado vestido de época y con peluca empolvada.


He escuchado decir por ahí que también había otros teatros, no tan publicitados, donde las obras no eran unipersonales y se representaban con lujo de detalles. Por lo menos una de esas obras, según pude saber, sirvió como argumento para un film condicionado.


¿Seguirán las representaciones en vivo todavía? No me extrañaría. Los franceses son muy de hacer esas picardías.

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